lunes, 18 de octubre de 2021

Amor Eterno.







Escuchaba el ruido 
En un silencio sosegado 
De una mañana cualquiera.
Vistiendo las ventanas
Con gotitas de rocío 
Mojando de añoranzas 
Viejas nostalgias...
Descubriendo...
Abrazada a las hojas 
De lo que parecía 
Pero no era un libro
Enternecida...
En la pasión que contaban 
Sus varias historias 
Leyendo sin mirar 
Las palabras que escondían
Secretos de un corazón sincero
En el sentir de sus bellas palabras, 
Proclamando a cuatro vientos
  Ser dueño de su alma
     Y cuerpo.

Junto a él caminaba
El sendero de un paisaje,
Pintado de felicidad y de alegría...
En un mundo paralelo e irreal 
Que no aceptaba mentiras.
Refugiando sentimientos,
De mil noches sin días 
Intrigaba un presente
Con miradas perdidas,
Esperando en su cielo
Su amor jamás moriría.










viernes, 15 de octubre de 2021

Los pendientes* de la abuela.










Siendo mamá de un nene, el sueño de la niña se imponía pero como cualquier mamá, hubiera amado de la misma manera, si la vida me hubiera regalado otro niño. Pero cuando el ecógrafo me confirmó el sexo, lloré las lágrimas de felicidad, de las ganas de vestir a mi pequeña en rosa con todas esas cosillas que hacen ahora y que hacen que se vean tan preciosas. Me proyecté en un futuro lejos, muy lejos, juntas caminando por alguna callecita de París, compartiendo vitrinas o en un café tomando un té sin azúcar con alguna charla de chicas.
No sé, esas cosas que piensa una madre, capaz de amar igual a los hijos, al mismo tiempo, en el que se inventan, otros momentos que en parte tienen que ver, con ese de ser nene o nena.

Como es la tradición en mi país, en América latina y por lo que sé ahora, en España. Los pendientes* los vería también, en las orejas de mi pequeña.

No era un capricho, era algo que sentía y que me había dicho a mi misma que si algún día tendría una niña pues lo haría.

Así, mi abuela quien hace años, había perforado mis orejas a la edad de tres semanas, me ofreció el más bonitos de los regalos y los pendientes que compró en su pueblo, emprendieron viaje desde Uruguay en una cajita que envuelta en papeles de mil amores todo arrugadito, viajaría en otra caja con destino Argentina.

En las manos de mi madre y sin abrir, fue escondida junto a chucherías que me enviaría en una encomienda express, donde el 12 de diciembre con destino hacia París, tomaban un avión.

Estos envíos tardan en llegar 10 días, sólo que al amanecer número 11 seguía sin llegar. En época de fiestas llamé a la paciencia y sin remedio, me dije: Tendrás que esperar :-(

Los días seguían pasando y en el medio llegó navidad entre viajes a casa de la familia, dejé la esperanza en mi casa, contenta, sabiendo que a nuestro regreso mi caja estaría en el buzón.

De vuelta y con diez días pasados, la decepción me hizo un nudo en la garganta cuando al abrir," la casita de las cartas "como la llamo yo, estaba todo, lo que no esperaba.

Con ese dolor que se aferra a esas cosas materiales que tienen el valor del oro en sentimiento, lloré como llora una mujer cuando alguien la deja de querer pero antes de ahogarme en mis propias lágrimas, acomodé mis emociones y comencé a mover cielo y tierra para saber donde estaba mi ansiada caja.

Así pasaron días de reclamos sin respuestas, que dieron al fin con un número largo y luego de un mail que partió una tarde. A un mes, diez días, 18 horas, infinitos minutos y sobre todo un milagro ( que era lo único que me quedaba) el cartero llamó a mi puerta y mi caja, mis chucherías y los pendientes de mi querida abuela, al fin y por fin estaban en mis manos.

La mejor parte ya la tenía, sólo que no sabía que la historia no terminaría ahí.


Tolerancia





Diferentes opiniones,
Caminos bifurcados
Perdidos en un horizonte sin sol,
Que desunen los lazos creados con tanta fuerza, 
Incluso antes de dar vida. 

Por qué pretender que las convicciones propias 
Sean calcadas por nuestra herencia, 
Ellos, nuestros hijos
Que crecen
Que a su vez asumen sus propias decisiones 
Omitiendo el camino elegido 
O impuestos por los padres 
Rasguñan el corazón, 
Dejando marcas con heridas del rencor.

El ser humano tiene cualidades 
Y otros menesteres....
Capaces de separar o separarse 
Pretendiendo reparar los errores en otra vida, 
Aun sin creer que existiera una.
Ocultan la angustia...
De lo que lo pueden enmendar por naturaleza,
Perdiendo su valiosa existencia, 
Prefiriendo dejar correr las lágrimas 
Nadando en un lago de tristezas
Por no intentar cambiar cuando es posible.

La soberbia, mal de muchos 
Desencadena la discordia,
Destruye lo más profundo de las relaciones, 
Dejando de lado los valores presentes 
O no adquiridos nunca
Cegados por haber olvidado,
Algo tan simple como la
TOLERANCIA.





***Por el respeto, por la libertad pero nunca por la maldad que ciega al ser humano***

Una receta en tiempo récord.




-Dispuesta, a una nueva oportunidad culinaria.
-Me lancé, en la elaboración de milanesas*.
-Preparé todo lo que necesitaba
-Sonajero,
-Libro musical,
-Un oso de peluche sonoro,
-Y un chupete.



Entre el sonajero y el libro musical, corté la carne, agregué sal y pimienta.
Llevaba tres minutos, bueno cuatro.

Cuando la impaciencia empezaba a ganarle, le di el oso de peluche, mientras, yo batía el huevo junto con el ajo, el perejil y de paso, agregaba la carne.


Tres minutos más tarde, cuando ya nada, ABSOLUTAMENTE nada funcionaba.


Descubrí que le gustaba el ruido del puño que "pega" al pan rallado. Y ahí, gané dos minutos extra, hourra!!!

En 30 segundos, guardé las milanesas en la heladera, me lavé las manos y le di el último socorro...El chupete.

Me quedaban diez segundos, entonces suspir
é y luego entendí: Porque la cocina es un trabajo de profesionales.


Consejo: Para esta receta, es imprescindible estar acompañaba de un peque, sino corren el riesgo de utilizar más de 10 minutos y por lo tanto, ya no sería una receta en tiempo récord.




*Preparación de carne finamente cortada con pan rayado y deliciosas, dicho sea de paso.


     En un viernes cualquiera, riéndome de mi misma y del pasado.