Escuchaba el ruido
En un silencio sosegado
De una mañana cualquiera.
Vistiendo las ventanas
Con gotitas de rocío
Mojando de añoranzas
Viejas nostalgias...
Descubriendo...
Abrazada a las hojas
De lo que parecía
Pero no era un libro
Enternecida...
En la pasión que contaban
Sus varias historias
Leyendo sin mirar
Las palabras que escondían
Secretos de un corazón sincero
En el sentir de sus bellas palabras,
Proclamando a cuatro vientos
Ser dueño de su alma
Y cuerpo.
Junto a él caminaba
El sendero de un paisaje,
Pintado de felicidad y de alegría...
En un mundo paralelo e irreal
Que no aceptaba mentiras.
Refugiando sentimientos,
De mil noches sin días
Intrigaba un presente
Con miradas perdidas,
Esperando en su cielo
Su amor jamás moriría.
Su amor jamás moriría.