martes, 19 de octubre de 2021

35 cosas de París.







 1-Es la Torre Eiffel.

 2-Y la sensación de tenerla tan cerca, que hasta crees que puedes tocarla.


 3-Son las delicias de una pastelería o de varias.


 4-Las callecitas, capaces de perder en ellas a cualquier turista.


 5-Los inmensos parques verdes y las flores que amanecen en cada primavera.


 6-Las 16 líneas de metros.


 7-O sus más de 60 buses.


 8-Sus 130 museos.


 9-La capital de la moda.


10-La única capaz de negarse al sol.


11-La más romántica de noche.


12-O la arquitectónicamente...PERFECTA.


13-Soberbia, si la dejas.


14-Y cara en cuestión de espacio.


15-Barata en período de "soldes"*.


16-Perfeccionista, desde la Basílica de Sacré Coeur, la Ópera Garnier, el Arco de Triunfo y otros monumentos.


17-Un lugar encantado por el amor y desamor, al mismo tiempo.


18-Enorme y pequeña en un mapa.


19-Cosmopolita.


20-L
a que jamás, te hará sentir solo.

Pero también:

21-Es el destino del amor que me traería a cuestas, un 25 de diciembre, hace 10 años.


22-Son los tropezones unos detrás de otro, expatriada a 11000 km de Argentina.


23-Es quien creería en mi para aceptar el desafío, aprendiendo TODO desde 0, sin jamás bajar los brazos.


24-Es mi gato.

25-Son mis dos hijos.


26-Y un baby-blues*.


27-Son amistades pasajeras,


28-Pero muchas que conservan los años y el corazón.


29-Son recuerdos...Que suspiran.


30-Son 10 veranos.

31- Y 9 inviernos.

32-Son momentos y una boda.


33-Son sueños y una verdad....


34-París parte de mi vida,


35-París, parte de mi hogar.



*rebajas.
*Depre-post-parto.



Un hijo...








;-) Es quién atará con nuditos de cariño,
    Lazos que unan, tu corazón a su alma.

;-) Es quién te pedirá un día preciso y de tu fuerza 
    Nacer y ser, parte de tu vida. 

;-) Es con quién sufrirás el dolor más lindo
     Y te hará feliz...Siempre.

;-) 
Creerá en ti, aunque te equivoques
     Y aprenderás con él como con nadie.

:_) Te hará reír entre lágrimas,
     Cuando lo escuches gritar: "ella es mi madre".

:-)) Te llenará de orgullo, gritarle al mundo: "él, es mi hijo".

;-@ Es con quién descubrirás, el poder maternal
       Donde el cansancio insistente, siempre le ganará al sueño.

;-> Es con quién, volverás a jugar, soñar, imaginar...
      Por inventarle de a ratos un mundo ideal.

;-) Es quien te amará sin condiciones, imperfecta y perfecta para él.

;-0 Es quien no podrá reemplazarte, ni por el suspiro más bonito.

;-) Es quien buscará tu sombra, en los días más oscuros.

;-] Es con quien crecerás y compartirás la tortura del silencio, en una penitencia.

:-) És y será, la muestra concreta de lo que nadie puede explicar pero logramos sentir.
 El valor inestimable de aquellos sentimientos que durante 9 meses sembramos y se cosechamos a vida. En un amor verdadero y el más puro, el de un hijo.


*Por la sonrisa de los hijos que iluminan la existencia de una mujer, llamada mamá o de un hombre llamado papá.





lunes, 18 de octubre de 2021

Amor Eterno.







Escuchaba el ruido 
En un silencio sosegado 
De una mañana cualquiera.
Vistiendo las ventanas
Con gotitas de rocío 
Mojando de añoranzas 
Viejas nostalgias...
Descubriendo...
Abrazada a las hojas 
De lo que parecía 
Pero no era un libro
Enternecida...
En la pasión que contaban 
Sus varias historias 
Leyendo sin mirar 
Las palabras que escondían
Secretos de un corazón sincero
En el sentir de sus bellas palabras, 
Proclamando a cuatro vientos
  Ser dueño de su alma
     Y cuerpo.

Junto a él caminaba
El sendero de un paisaje,
Pintado de felicidad y de alegría...
En un mundo paralelo e irreal 
Que no aceptaba mentiras.
Refugiando sentimientos,
De mil noches sin días 
Intrigaba un presente
Con miradas perdidas,
Esperando en su cielo
Su amor jamás moriría.










viernes, 15 de octubre de 2021

Los pendientes* de la abuela.










Siendo mamá de un nene, el sueño de la niña se imponía pero como cualquier mamá, hubiera amado de la misma manera, si la vida me hubiera regalado otro niño. Pero cuando el ecógrafo me confirmó el sexo, lloré las lágrimas de felicidad, de las ganas de vestir a mi pequeña en rosa con todas esas cosillas que hacen ahora y que hacen que se vean tan preciosas. Me proyecté en un futuro lejos, muy lejos, juntas caminando por alguna callecita de París, compartiendo vitrinas o en un café tomando un té sin azúcar con alguna charla de chicas.
No sé, esas cosas que piensa una madre, capaz de amar igual a los hijos, al mismo tiempo, en el que se inventan, otros momentos que en parte tienen que ver, con ese de ser nene o nena.

Como es la tradición en mi país, en América latina y por lo que sé ahora, en España. Los pendientes* los vería también, en las orejas de mi pequeña.

No era un capricho, era algo que sentía y que me había dicho a mi misma que si algún día tendría una niña pues lo haría.

Así, mi abuela quien hace años, había perforado mis orejas a la edad de tres semanas, me ofreció el más bonitos de los regalos y los pendientes que compró en su pueblo, emprendieron viaje desde Uruguay en una cajita que envuelta en papeles de mil amores todo arrugadito, viajaría en otra caja con destino Argentina.

En las manos de mi madre y sin abrir, fue escondida junto a chucherías que me enviaría en una encomienda express, donde el 12 de diciembre con destino hacia París, tomaban un avión.

Estos envíos tardan en llegar 10 días, sólo que al amanecer número 11 seguía sin llegar. En época de fiestas llamé a la paciencia y sin remedio, me dije: Tendrás que esperar :-(

Los días seguían pasando y en el medio llegó navidad entre viajes a casa de la familia, dejé la esperanza en mi casa, contenta, sabiendo que a nuestro regreso mi caja estaría en el buzón.

De vuelta y con diez días pasados, la decepción me hizo un nudo en la garganta cuando al abrir," la casita de las cartas "como la llamo yo, estaba todo, lo que no esperaba.

Con ese dolor que se aferra a esas cosas materiales que tienen el valor del oro en sentimiento, lloré como llora una mujer cuando alguien la deja de querer pero antes de ahogarme en mis propias lágrimas, acomodé mis emociones y comencé a mover cielo y tierra para saber donde estaba mi ansiada caja.

Así pasaron días de reclamos sin respuestas, que dieron al fin con un número largo y luego de un mail que partió una tarde. A un mes, diez días, 18 horas, infinitos minutos y sobre todo un milagro ( que era lo único que me quedaba) el cartero llamó a mi puerta y mi caja, mis chucherías y los pendientes de mi querida abuela, al fin y por fin estaban en mis manos.

La mejor parte ya la tenía, sólo que no sabía que la historia no terminaría ahí.